Desde entonces, ambos se han encargado de demostrar que, para preparar rica comida casera, sólo se puede hacer en casa y esto tiene explicación, ya que ellos mismos convirtieron el restaurante en su hogar desde el principio.
Hogar que ha ido creciendo con el paso del tiempo y que ya tiene capacidad para albergar hasta 180 comensales, divididos en cuatro salones, una terraza con vistas espectaculares a la Sierra de Madrid y una bodega que alberga los vinos más exquisitos habidos y por haber.
Hoy en día, todos nuestros platos siguen teniendo la esencia de tradición e historia, ya que son cocinados con productos de primera calidad de nuestra tierra y son preparados de la misma manera y con el cariño que lo hacía su fundadora Alfonsa.
